jueves, diciembre 07, 2006

Segundos fatales

Fue en el garage del edificio de mis padres. Entraba con el auto y abrí el portón automático. Luego de una breve espera, mientras la pesada puerta de hierro se elevaba, puse primera. Al entrar salude a una vecina, vieja y muy arreglada. No la conozco, pero siempre saludo a los vecinos. La señora me hizo un gesto como que me quería decir algo. Estacioné con alguna maniobra de más. No soy un tipo hábil al volante. Mientras tanto el portón seguía abierto. Demora un minuto en cerrarse de modo automático.

Bajé del auto y la señora “aún estaba allí”.
- ¿Qué tal? – dije sin esperar respuesta.
- ¿No cerrás el portón? – dijo con tono inquisidor.
- No, se cierra solo. – realmente estaba asombrado por la pregunta.
- Pero demora.

La señora me contó que en ese tiempo de demora puede entrar algún ladrón. Y me dijo que a una amiga “de toda la vida” la habían violado hace poco en el garage de su casa por no cerrar el portón a tiempo.

La miré fijo. Y me fui, asqueado por la perturbadora imagen mental de un ladrón violando a una señora de 70 años. Pero como yo soy un ágil joven de 27 no tengo de que preocuparme. Es difícil que me violen.

Lo que está claro es que si algún día entro con mi abuela cerraré el portón enseguida.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajsajajaa, increíble. Pero es cierto lo de los portones, son un peligro. Hoy yo estaba entrando el auto y se me acercó un viejo borracho y dice:

-Señora, acabo de salir del Clínicas, ¿Ud. es de Montevideo?
-Sí -le digo.
-¿Me presta $30 para irme a Parque del Plata? No le quiero robar.
-No, no tengo.
-Ahhhh, váyase a cagar.

Anónimo dijo...

Mirá, nunca sabés. Con la proliferación de gays que hay desgraciadamente, y cada vez más orgullosos y violentos, nadie está a salvo. Ni siquiera un "ágil joven de 27". Ni de 50.

Anónimo dijo...

sin comentarios

J. dijo...

No te fies. Hay gente que no mira a quién.

Anonetoy dijo...

Dos opciones:
- Mientras te hablaba te afanaban el auto y ella hacía campana.
- Quería que la violaras.

No te fies de las ancianas. Son el futuro de la criminología .

Pobre loco dijo...

Mmm ahora que lo pienso la veterana tenía cara persversa... y revoloteaba la cartera... Mmmm

Al Nonino dijo...

Me adhiero a la teoría de anonetoy.
Y aplaudo la tolerancia de Natilla.

eresfea dijo...

Ágil, qué elección de adjetivo con 27 años.

El chiste es viejo, y me gusta contarlo con unos vinos de más, pero se metamorfosea con la anécdota, así que allá va.

La vieja octogenaria se arrodilla con dificultad en el confesonario:
-Ave María Purísima.
-Sin pecado concebida, hija mía.
-Padre, que me han violado.
-Pero, hija mía, ¡de eso hará ya mucho tiempo!
-Sí..., pero me gusta comentarlo...